79 medallas, FIU y una enorme cantidad de experiencias y buenos momentos se tomaron el país con juegos Panamericanos Santiago 2023.
Porque parece que luego de años de tensión y división social y política en Chile, necesitábamos reencontrarnos en una misión común que nos hiciera sentir uno, aunque fuera por unos días.
Los juegos Panamericanos nos han dejado una serie de aprendizajes que vale la pena ponerles atención y buscar repetir aquellas cosas que nos permiten sumar y no seguir restándole a la sociedad chilena.
Misión: También lo mencionó el presidente Gabriel Boric. Cuando Chile se pone una misión común y somos capaces de jugar todos para un mismo objetivo el país puede lograr cosas increíbles. Hoy nuestro país necesita de una misión común, de un objetivo que nos vuelva a unir más allá de las legítimas diferencias. Esa misión común debe ser construida con respeto y sin querer pasar por encima de nadie. Cualquier país y sociedad que quieran alcanzar el pleno desarrollo social, económico y ambiental, debe anteponer un proyecto de país que integre a la sociedad en sus diferencias.
Disciplina: Las y los deportistas que llegaron a los Panamericanos, no lo hicieron solos, y menos aún llegaron por concurso o por encuestas del día domingo. Llegaron porque se trazaron una meta y trabajaron junto a sus equipos de forma silenciosa, paciente, con sacrificios y con DISCIPLINA para obtener los resultados, y no me refiero sólo a medallas. Participar ya es un logro, mejorar su propia marca ya es un logro. Todo eso nos habla de enormes valores y prácticas del deporte que bien podemos aplicar a nuestro débil y deslegitimado sistema político. Las personas celebran los resultados, aunque luego conozcan el enorme trabajo que implicó llegar a ellos.
Público – Privado: Es cierto que siempre podremos querer que sea mejor, que haya más dinero, más apoyo. Pero qué duda cabe que la combinación virtuosa de lo público y lo privado en objetivos concretos, y a cargo de personas que tienen una meta común, recogen buenos resultados. La política se queda arrinconada en sus visiones ideológicas olvidando que el fin superior no es defender una tesis, sino lograr avanzar en que la sociedad logre mayores niveles de bienestar económico y social. Lograr acuerdos es una virtud que los Panamericanos nos dejan.
Largo plazo: Los juegos panamericanos no son la acción corta de un gobierno de turno, es la concreción de una misión común que trasciende a la política de la coyuntura y se convierte en un asunto de Estado. Determinar qué asuntos son los que Chile necesita realizar para mejorar la calidad de vida de las personas en el mediano y largo plazo, y establecer esas metas como asuntos que requieren una mirada larga, y una acción persistente, son justamente las vocaciones que le hacen falta a la política nacional.
Pensar en Chile y su futuro, requiere de procesos de aprendizaje y adaptación social y política. No necesitamos mirar fuera de nuestras fronteras, tenemos la experiencia aquí mismo. Sólo nos falta “copiar” el buen hacer de los Panamericanos a la política y así obtener los resultados que la ciudadanía espera para convertirnos en un país desarrollado.