Toda la parafernalia institucional pone algún que otro problema para entender la Acusación Constitucional contra el Ministro Ávila. Pero, en verdad, sus fundamentos y motivaciones son bien simples de entender. Nació como una reacción a las políticas educativas sobre sexualidad y género impulsadas por el MINEDUC, pero con el tiempo, quizás en la búsqueda de más apoyo, se le colgaron más temas, al punto de completar siete capítulos. Pero no nos engañemos esta acusación no existiría si el Ministro de Educación no fuera homosexual. He aquí algunas pruebas, todo un ABC para entender en fácil este proceso: ARANDA, BOBADILLA y CORDERO
A
Las declaraciones de la Directora del Observatorio Legislativo Cristiano, Marcela Aranda, causaron repulsión, no sólo en los sectores más progresistas sino también entre los liberales más moderados. La ex promotora del conocido «bus del odio» fue invitada por Diputados de derecha para exponer ideas que éstos comparten, pero no se atreven a pronunciar. El resultado no fue muy sorpresivo, el tímido tono contra las políticas en materia de género derivó en una verborrea furiosa y descalificadora que llegó a afirmar que la «condición» privada del Ministro (entiéndase que sea homosexual) explicaba aspectos de su accionar público que son inaceptables.
Aranda señaló, además, que la autoridad era un «lobbysta LGTBQ+» y luego desempeñaba labores de Estado:
El Ministro debe dar explicaciones si es que su condición, cualquiera sea, impide o afecta de alguna manera, la ejecución de su cargo y vulnera los derechos de otros o incumple las leyes o la Constitución y no es algo que tenga que ver con el cuestionamiento de su orientación. Sino, lo que yo quiero decir, y tenemos documentos para probarlos, y que lo dice el libelo acusatorio, porque habla del activismo del ministro, es que él hoy día y su activismo LGYBQ+ y su condición, ha superado el límite de su mundo privado y él ha cruzado el límite de vulnerar el derecho de los padres, de los niños, de las comunidades educativas; tomando esa posición para ejercer su activismo»
B
La Acusación Constitucional en sus inicios surgió de la iniciativa de la bancada de independientes y socialcristianos. Basadas en las políticas de género, o sobre sexualidad, implementadas por el MINEDUC. Prontamente se sumó a esta iniciativa el Diputado UDI Sergio Bobadilla, quien mencionó:
No compartimos en absoluto que la educación sexual sea la prioridad de este ministerio. Entendemos la inclinación sexual que puede tener el ministro, pero lo que no entendemos es que la ponga como prioridad en los temas educacionales de nuestro país
Tempranamente, el 30.05.2023, Bobadilla develaba las verdaderas motivaciones de esta Acusación Constitucional, durante las semanas siguiente otros Diputados de derecha bucearon para encontrar nuevos antecedentes para acusar al Ministro Ávila. Al punto tal que debieron desechar denuncias ligadas a educación a partir de una actividad nacida de políticas públicas del MINSAL, en Talcahuano. Igual suerte podría ocurrir con el capítulo que corresponde a la falta de control sobre la gestión de la JUNAEB, debido a que este organismo no depende administrativamente del MINEDUC
C
El último incidente ocurrió ayer, cuando la locuaz Diputada María Luisa Cordero, arremetió contra «la condición» del Ministro acusándolo, de paso, de pervertido:
No saben leer ni conocer las vocales en cuarto básico y le están haciendo clases para aprender a masturbarse y conocer los clítoris a las niñitas. Una manga de pervertidos con ese discurso decadente (…) Es insólito, inadmisible, nauseabundo y asqueroso que el ministro, que debería estar llorando porque niños de cuarto básico no saben leer, está preocupado de tener activo y reactivo el clítoris