Chile se ha convertido en la meca de la migración regional, sin embargo, hasta la fecha, este fenómeno ha sido visto más como un obstáculo que como una ventana de oportunidad. Al fomentar la inmigración cualificada, no solo se podría dinamizar la economía chilena, sino también se podría tejer un rico tapiz en nuestra sociedad y cultura, forjando un entorno de diversidad, integración y sobre todo, de desarrollo sostenible.

 

En este contexto global, Chile se erige como un destino potencial para la inmigración cualificada. Este tipo de migración no solo tiene el potencial de fortalecer la economía chilena, al introducir talento y experiencia que pueden impulsar sectores estratégicos, sino también de enriquecer su tejido social y cultural. La integración de nuevas perspectivas, costumbres y formas de pensar puede fomentar una sociedad más abierta, diversa y resiliente.

A nivel internacional, hay varios ejemplos de cómo la migración cualificada puede tener un impacto positivo en la economía. Canadá y Australia han desarrollado programas exitosos que atraen a inmigrantes altamente cualificados, lo que ha contribuido a su crecimiento económico y a la diversificación de sus industrias. 

Desde un punto de vista económico, la inmigración cualificada puede actuar como un catalizador para el crecimiento en Chile. Los inmigrantes con habilidades y conocimientos especializados pueden llenar vacíos en la fuerza laboral, especialmente en el sector salud, donde la incorporación de médicos y expertos en salud pública podría fortalecer el sistema sanitario. Este flujo también podría potenciar la educación, a través de la llegada de docentes e investigadores que impulsen la calidad educativa y la investigación. Asimismo, en el sector de energías renovables, la presencia de ingenieros y científicos especializados podría impulsar el desarrollo de estas industrias y contribuir a un futuro energético más sostenible.

La estrategia de «Express Entry» de Canadá, que prioriza a los solicitantes con habilidades altamente especializadas, puede ser un programa a considerar, pues ha demostrado ser un modelo exitoso para la atracción de inmigrantes cualificados. Desde su lanzamiento en 2015 hasta 2023, esta política ha permitido a Canadá admitir anualmente a más de 110,000 personas, según números oficiales del gobierno, una cifra significativa que ha contribuido al crecimiento del 1% del PIB.

Los impactos de esta estrategia son tangibles. Según una encuesta de Statistics Canada, en 2019, alrededor del 95% de los inmigrantes económicos que ingresaron a través del sistema Express Entry estaban empleados dos años después de obtener la residencia permanente. Esto es un indicador de que los inmigrantes no sólo están entrando al país, sino que están contribuyendo activamente a la economía a través de su participación en la fuerza laboral. Replicar esta política permitiría a Chile atraer la clase de talento que alimenta la innovación y el desarrollo económico, abriendo una senda de progreso y bienestar para el país.

Pero los beneficios de la inmigración cualificada no se limitan a la economía. Socialmente, la inmigración puede ser una herramienta efectiva para combatir los desafíos demográficos. Alemania, por ejemplo, se enfrenta a una población que envejece y al declive de su fuerza laboral. La inmigración ha proporcionado un contrapeso a estas tendencias, introduciendo jóvenes trabajadores en la economía y manteniendo la sostenibilidad de los sistemas de seguridad social.

En términos culturales, la inmigración puede aportar un enriquecimiento significativo. Los inmigrantes traen consigo una riqueza de experiencias y perspectivas que pueden hacer que una sociedad sea más dinámica, innovadora y resiliente. Esto es especialmente evidente en los Estados Unidos, donde la diversidad de sus inmigrantes ha llevado a una explosión de creatividad y a la construcción de una identidad cultural única y vibrante.

La inmigración puede jugar un papel vital en la promoción de la inclusión y la cohesión social. Al fomentar la interacción entre diferentes culturas, se crean oportunidades para el aprendizaje mutuo y la comprensión intercultural. Esto puede ayudar a superar prejuicios, fomentar la empatía y construir una sociedad más inclusiva y comprensiva. La inmigración, en última instancia, puede desafiar y enriquecer nuestra comprensión de lo que significa ser parte de una comunidad, creando sociedades más fuertes, resilientes y unidas.

La promoción de la inmigración cualificada puede ser un instrumento eficaz para el desarrollo de Chile. Esta estrategia puede impulsar la economía a través del aporte de habilidades especializadas y diversificación laboral, enriquecer la diversidad cultural y fortalecer el tejido social. Sin embargo, es esencial garantizar un enfoque equilibrado y sostenible hacia la inmigración, que respete los derechos de los inmigrantes, facilite su integración y gestione adecuadamente los desafíos que puedan surgir. Chile tiene la oportunidad de ser un modelo global, mostrando cómo la migración efectivamente gestionada puede ser una fuente de prosperidad y progreso para todas y todos.

Periodista. Presidente del PPD Providencia.

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