Este año 2022 ha muerto mi padre y ha nacido mi última hija. Ser padre justo cuando pierdes el tuyo guarda misterios que todavía ando buscando resolver.
Mi padre era simple como el pan. En su juventud fue un deportista exitoso corriendo por la banda derecha, poniendo pierna fuerte a los delanteros más rudos de la galaxia. Quise igualar su talento,
pero solo rompí dientes y en alguna oportunidad convertí goles de torpe factura. Durante
mucho tiempo quise separarme de su figura, lo odié y maldecí cómo todos los jóvenes en
algún momento maldicen a los viejos, hasta que le puse geografía a su rostro y empecé a
descubrir en cada arruga la historia de su vida. Un padre migrante que nunca le dió su
apellido, una vida entera de trabajo duro dónde incluso atravesó el océano para regresar
con peces gigantes al almuerzo.
Eras un hombre hermosamente imperfecto. Tengo tres amores repetías «tu madre , el
balón y la botella» .
En las fiestas de fin de año tu figura se acrecentará. Recordaré la frase que cuando niño me
repetías «estudia porque no quiero que seas un obrero al que humillan todos los días» .
vendrá a mi memoria tus gestos de escasa ternura que aparecían intempestivamente,
como aquella vez que me cubriste con tu abrigo azul en un día de frío.
Se me aparecerán en estas fiestas los chocolates que regalabas a mamá y los helados que nos comprabas una vez al mes. Las revistas del llanero solitario que traías el día de pago. Las películas de
Peter Seller que te hacían reír infinitamente. Traeré a la memoria esas travesías por los
bares con tus amigos dónde escuché las historias de amor y desamor más tristes y falsas,
que solo pueden contar los hombres sustancialmente solos .Días antes de morir lanzaste una de tus sicilianas frases «cuida mucho a tu familia y dile a Sofía que la quiero mucho»
El 2 de agosto , día de tu cumpleaños 82, te fuiste y el 3 de agosto Valentina comenzaba a
parir con la fuerza de una tribu. Sentí que estabas como nunca presente en mi vida y justo
en el momento cuando tu nieta llegaba al mundo, me protegiste de nuevo con el azul abrigo
cubriéndome la espalda.
Te despidieron como héroe. Nunca imaginé tanta gente queriendo al padre que alguna vez
odie. Un funeral así tampoco podré igualarlo . Te perdono todo. Me quedo con lo bueno.
Se termina este 2022, donde se me cruzaron en la misma esquina, la vida y la muerte.
Cuando toquen las sirenas anunciando un nuevo año, abrazaré a Sofía que ya tendrá 5
meses. Tengo la certeza que en ese abrazo también estarás tú, pequeño y frágil. Me
miraras acurrucado y besaré tu frente.