La historiografía hace su trabajo de mejor manera cuando el tiempo avanza. Ello porque la coyuntura, y la perspectiva corta de los hechos, influye con sus juicios apresurados, urgencias y entusiasmos en la interpretación de los mismos.
Que mejor ejemplo que la caracterización que hoy se hace del concepto «octubrismo».
Hasta hace muy poco, hasta antes del inicio del funcionamiento de la Convención Constitucional, más precisamente, el 18 de octubre era mirada como una fecha emblemática. Un evento épico que contenía virtudes ciudadanas, expresiones de hastío social validados por la gran mayoría; un momento que marcaba un antes y un después, pero un sentido positivo. El 18 de octubre era pura energía optimista, esperanza a borbotones, alegría de un despertar para un futuro mejor.
Por entonces, el contraste de tal desborde de fuerza social era la sordera de un gobierno indolente, que disponía de una fuerza represiva asimilable sólo a los peores tiempos de la Dictadura pinochetista.
Todo aquello era real. Muy pocos dudaban de esta lectura del momento y fue esa sensación ambiente la que ocasionó el aplastante triunfo del Apruebo en el plebiscito constitucional de entrada.
La historiografía del futuro, a la luz de los miles de testimonios y videos que circulan o se guardarán en la red, podrán reconstruir con exactitud innegable la realidad de un júbilo desbordante de aquel octubre de 2019.
Y es que acaso los chilenos y chilenas desconocían los incendios del metro o la destrucción de locales comerciales en la zona cero? Ciertamente no, sabían de esos hechos y los rechazaban, pero la crueldad de la represión y la existencia de un gobernante que, tras cada destemplada intervención, solo conseguía calentar el ambiente; facilitó que se impusiera la idea de cambios profundos y la necesidad de expresar el hastío hacia toda una generación política, superando toda incomodidad y minimizando el lado oscuro de las movilizaciones.
Tras la derrota de la propuesta de la Convención Constitucional en septiembre pasado, se consolidó una idea contraria a esta lectura en positivo del 18 de octubre. El triunfo del rechazo no fue sino el cierre de un proceso discursivo contra lo que se dio en llamar «octubrismo», alimentado por los errores garrafales de algunos convencionales y un texto constitucional confuso, presa fácil de las fake news.
La pregunta que nos planteamos acá es si acaso esta explicación histórica del 18 de octubre, nacida desde una coyuntura política que busca facilitar o dificultar otro capítulo del momento constitucional, podrá imponerse en el largo plazo? Qué dirán los historiadores del futuro?.
Si miramos el pasado podemos esbozar una respuesta. Hay dos periodos de cambios profundos en nuestra historia de fuerte convulsión social. Uno es el periodo de los ensayos constitucionales tras la caída de O’Higgins y otro es el que precedió al nacimiento de la Constitución de 1925. En ambos casos las convulsiones fueron sumergidas en la memoria, porque el relato histórico privilegia la resolución de tales conflictos, por medio de nuevas constituciones.
En otro ámbito, pero en el mismo orden de ideas, hasta hoy hay dos formas mayoritarias de leer la Revolución Francesa. Una, la minoritaria, destaca la guillotina, el terror de Robespierre y las luchas intestinas entre los revolucionarios. Otra, la dominante, resalta la Declaración de los Derechos del Hombre y el Ciudadano, el fortalecimiento de la República como forma de Gobierno, la separación y limitaciones de los poderes, el código napoleónico, etc.
La tarea de los historiadores toma tiempo.
Pero podemos adivinar con facilidad la forma en que el 18 de octubre será recordado, se expondrá la incapacidad de una elite política para prevenir el estallido y también será relevada la certeza que tuvo para construir un acuerdo el 15 de noviembre de 2019. Destacará el ambiente de carnaval en las primeras semanas y también la gran manifestación pacífica del 25 de octubre.
Se consignará el rol del Gobierno de Sebastián Piñera y la forma en que contribuyó a inflamar la situación, por medio de una represión digna de nuestros tiempos más oscuros. Serán revisadas las investigaciones judiciales y consignados los 5 informes internacionales sobre la violación de los DDHH por esos días. Estos son los pilares del mega relato del 18 de octubre de 2019.
Ah… si, quizás alguien se acuerde del término «octubrismo», siempre hay aficionados a las anécdotas de la historia.